Izquierda Unida ha cerrado la Asamblea de Convocatoria Social celebrada durante todo el fin de semana en Madrid, en la que han participado más de 650 delegados –más de un tercio de ellos pertenecientes a asociaciones y movimientos sin afiliación a IU- y en la que, además del programa con el que se presenta a las elecciones generales del 20-N, se han confirmado las candidaturas para estos comicios, incluida la ratificación por unanimidad de Cayo Lara como candidato a la Presidencia del Gobierno.
El coordinador federal de IU fue el encargado de cerrar este importante encuentro y lo hizo con un emotivo discurso en el que aseguró que “es la hora de la rebelión de los de abajo” frente a quienes “desde arriba, como PP y PSOE, han convertido la Constitución en papel mojado”.
Cayo Lara intervino inmediatamente después de ser nombrado cabeza de lista de IU con la unanimidad de los presentes -509 votos- y ver cómo, tras más de 500 asambleas locales celebradas en los últimos meses con más de 15.000 participantes, salía adelante el programa por 433 votos a favor, ninguno en contra y 10 abstenciones.
Además, la aprobación de las candidaturas por 464 votos a favor, seis en contra y 20 abstenciones suponía también el espaldarazo de los militantes, simpatizantes y colectivos que han colaborado con IU a la presentación a los comicios junto a otras 12 formaciones, además de independientes, con quienes ha logrado llegar a acuerdos electorales desde la izquierda alternativa.
Con este bagaje a su lado, “con nuestra mochila y las de nuestros coaligados, cargadas de defensa de lo público, de la educación, la sanidad, la lucha contra los pelotazos urbanísticos, las centrales nucleares…”, Lara dirigió su mirada a los dos partidos mayoritarios que aspiran a gobernar. “¡Quién nos iba a decir que la Constitución española iba a estar a la izquierda de Rubalcaba, de Zapatero y del PP! –dijo con un ejemplar en la mano-; la han convertido en papel mojado”.
Frente a este hecho, Lara volvió a colocar a Izquierda Unida con esos “de abajo” entre los que incluyó a los trabajadores, las organizaciones sindicales, los movimientos sociales y el conjunto de esa izquierda alternativa “con la que estamos construyendo la alternativa de izquierdas en este país”.
Salpicó su discurso de referencias al Che, Saramago y Mandela –“la educación es el arma más poderosa que se puede usar para cambiar el mundo”, parafraseo del histórico líder sudafricano- y les colocó de testigos del compromiso de IU para “frenar la ofensiva del capitalismo. Que tiemblen los que sueñan con él, con las tiranías por la falta de recursos y los que dicen que la crisis les importa un pimiento”.
“Han convertido la democracia en ‘botincracia’”, criticó usando el apellido del presidente del Banco Santander, Emilio Botín, “y lo que debemos hacer es arrebatar a los dominadores el cerebro de los dominados”, sentenció en otra parte de su intervención.
Cayo Lara no escondió el orgullo que le produce el contenido del programa electoral aprobado. Entre los centenares de puntos más novedosos está la exigencia de incluir en la Constitución que un porcentaje mínimo del Producto Interior Bruto se destine a los servicios sociales. Es la forma de responder al ‘reformazo’ para limitar el endeudamiento público pactado por esos mismos que han dejado la Carta Magna bajo el agua.
La amplitud del contenido programático aprobado este fin de semana le llevó a ser ácido con los candidatos popular y socialista, que este fin de semana volvieron a soltar con cuentagotas algunas de sus escasas propuestas. Lara contestó escuetamente a la de ayer de Mariano Rajoy en Málaga de limitar el tiempo de permanencia de los políticos en los cargos públicos: “Él lleva más de 20 años de diputado, que se lo aplique”.
Mientras, a la idea del socialista Alfredo P. Rubalcaba de que los políticos tengan un solo sueldo le aplicó la misma contundencia: “Que se lo aplique a Felipe González. Gaspar Llamazares propuso en el Congreso que hubiera una incompatibilidad para que los ex presidentes del Gobierno, también Aznar, no compaginaran su sueldo de más de 80.000 euros con el trabajo en empresas privadas privatizadas. El PP, el PSOE y su candidato votaron en contra”.
Cayo Lara aseguró que Izquierda Unida va a pedir el voto “a los desencantados del PSOE”, pero también “a los que votan nulo o en blanco” y lo apostilló gráficamente diciendo que “a Botín sí se la refanfinfla que voten nulo o en blanco porque él va a poder seguir haciendo lo que quiere”.
En su encendida intervención, tanto el coordinador federal de IU, como antes otros miembros de la dirección, tuvieron tiempo de asumir y comprometerse a dar respuesta a la dura crítica lanzada por las integrantes del Área de la Mujer y concretada en una resolución por el hecho de que, aun respetándose la paridad en las listas electorales, la gran mayoría de quienes las encabezan sean hombres.
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