¿A cuánto está el kilo de lágrimas que nadie llora por vuestra muerte llena de cuchilladas anónimas de sombra?
Felipe Alcaraz
El pasado jueves vivimos una nueva tragedia en nuestras fronteras, que ha causado la muerte de 13 personas en su intento de entrar en la Ciudad Autónoma de Ceuta. Dichas personas, inmigrantes subsaharaianos, trataban de cruzar la frontera española a nado y fueron recibidos con gases lacrimógenos y pelotas de goma por parte de las fuerzas de seguridad del Estado español. La magnitud de los hechos constituye un hito en la dramática historia de la gestión de las fronteras en nuestro país.
Desde la Asamblea Local de Izquierda Unida reclamamos una investigación inmediata de lo acaecido que esclarezca todas las responsabilidades criminales y políticas. Al tiempo que secundamos la decisión de nuestro Grupo en el Parlamento Europeo que ayer mismo se presentó instando a la comisión Europea a que condene a España por los hechos, que exija a nuestro país respeto al derecho a la vida y la salud de los migrantes que se arropan en sus fronteras, así como que legisle a nivel europeo para obligar que los Estados miembros se vean obligados a proteger la vida de las personas migrantes.
Más allá de las actuaciones penales y sancionadoras necesarias, la magnitud de lo sucedido reclama la intervención de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) y del Alto Comisionado de las naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), para que de forma independiente evalúen la intensidad de la violación a los derechos humanos que se está produciendo y emprendan acciones concretas para la protección de los migrantes.
Estos hechos deben contextualizarse en una política represiva y criminizadora de las migraciones exacerbada por el Gobierno del PP, aunque compartida en gran medida por el PSOE. Las cuchillas instaladas en las vallas fronterizas han sido la última medida en este sentido y han demostrado ser un instrumento de muerte.
Las expulsiones ilegales, que han reconocido recientemente el Ministro del Interior, aunque se vienen produciendo desde hace años, la violación del acceso al procedimiento de asilo conforme a los establecido a la Convención de Ginebra de 1951 y las declaraciones criminalizando a los migrantes, son el colmo de una escalada represiva que pretende contener los desplazamientos provocados por el capitalismo depredador con violencia e intimidación.
No hay valla tan alta que pare la necesidad de huir de países donde son vulnerados, con el beneplácito de países del llamado primer mundo y de organismos internacionales, día a día los derechos civiles, países donde la población es explotada por caciques y señores de la guerra, una África devastada por el saqueo de sus recursos naturales, la injusticia y arbitrariedad de las relaciones comerciales y por guerras e intervenciones militares amparadas en algún caso por la misma Unión Europea que está demostrando su carácter egoísta e hipócrita, ya que mientras mantiene un discurso de respeto a los derechos humanos, construye una Europa fortaleza que sólo responde con represión a las migraciones que se dirigen a sus fronteras.
Como bien ha indicado el eurodiputado de IU, Willy Meyer: "No podemos olvidar cómo nuestros jóvenes están abandonando España para labrarse un futuro en otros países. Estas nuevas víctimas han cometido el mismo delito que estos miles de jóvenes españoles: abandonar su país hacia otro para buscarse el pan. Un pueblo debe tratar a los otros tal y cómo espera que los suyos sean tratados y ante esta masacre no podemos guardar silencio".
Todo ello pone de manifiesto una vez más la doble moral de la derecha que mientras se rasgan las vestiduras por que "vienen inmigrantes· a nuestro país, luego los contratan en condiciones y salarios de esclavitud, al tiempo que reducen las partidas en cooperación -limitando la obligación moral y legal de los países enriquecidos de impulsar desarrollo en aquellos países- encima los criminaliza cuando cruzan las fronteras. Quizás todo ello es porque siguen con el orgullo patrio de un imperio donde nunca se ponía el sol, gracias a la masacre de indígenas, imposición de una religión a golpe de inquisición y el saqueo de las recursos naturales en américa latina. Mismas conductas que se repiten con Portugal, Francia y Reino Unido con sus colonias en África.
Todo ello pone de manifiesto una vez más la doble moral de la derecha que mientras se rasgan las vestiduras por que "vienen inmigrantes· a nuestro país, luego los contratan en condiciones y salarios de esclavitud, al tiempo que reducen las partidas en cooperación -limitando la obligación moral y legal de los países enriquecidos de impulsar desarrollo en aquellos países- encima los criminaliza cuando cruzan las fronteras. Quizás todo ello es porque siguen con el orgullo patrio de un imperio donde nunca se ponía el sol, gracias a la masacre de indígenas, imposición de una religión a golpe de inquisición y el saqueo de las recursos naturales en américa latina. Mismas conductas que se repiten con Portugal, Francia y Reino Unido con sus colonias en África.
Por todo ello, la Asamblea Local de Casares a través de este comunicado:
- Condena el trágico episodio en nuestras fronteras que ha causado 13 nuevas muertes. Al tiempo que exige la apertura de una investigación para aclarar todo lo sucedido para depurar responsabilidades.
- Exigimos la dimisión del Ministro del Interior por la magnitud de los hechos que ha evidenciado un fracaso de las políticas en materia de migración en nuestro país.
- Exigimos un giro en las políticas europeas en esta materia que giren por un lado para que los organismos europeos garanticen los Derechos Humanos en todos los países y que sustituya las políticas represivas y "de limosnas al tiempo del saqueo" por políticas de cooperación.
- Hacemos un llamamiento a la población a movilizarse para que estos hechos no vuelvan a ocurrir. Ningún ser humano es ilegal.
En Casares, a 7 de febrero de 2013
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