El 28 de febrero, Izquierda Unida hace un llamamiento a
todas y todos los trabajadores a salir a la calle en defensa de Andalucía
contra la Troika. ¿por qué una movilización? ¿por qué el día de Andalucía?
Ante el ataque constante a las y los trabajadores del
gobierno del PP, parece que se ha agotado el ciclo de movilización que se había
abierto dejando una sensación entre la mayoría social de derrota. Es por ello
que se hace urgente volver a levantar a la gente, volver a salir a la calle
sabiendo que la batalla es larga. Debemos ser conscientes de los éxitos de la
movilización, como han sido luchas obreras sectoriales, las movilizaciones
contra los desahucios o recientemente las movilizaciones vecinales del Gamonal
o las que han paralizado, de momento, las privatizaciones de la sanidad
madrileña.
Es muy importante que recuperemos la calle por un doble
efecto, por un lado que no nos vean derrotados y para que vean que en Andalucía
no solo resistimos, sino que también nos movilizamos para impulsar una
alternativa. Una alternativa con un hilo central que se basa en una reforma
fiscal progresiva y la lucha contra el fraude fiscal en contra de la política
de ajustes, de austeridad que sólo beneficia a una élite económica a base de la
pérdida de derechos y servicios fundamentales que afecta a la mayoría social.
Y hemos elegido el día de Andalucía porque nos encontramos
inmersos en un debate estatal sobre el modelo de Estado, el cual está siendo
copado por la derecha más españolista, así como por los sectores nacionalistas
de la burguesía catalana, sustituyendo el conflicto de clase (del paro, de los
desahucios, de las migraciones de los jóvenes, de los recortes en sanidad,
educación… ) por el debate nacional. No queremos decir que no debamos debatir
sobre el modelo de Estado sino que debemos cambiar los términos y Andalucía
tiene que tener una voz, como comunidad fundamental para el diseño de un nuevo
modelo.
Es necesario afrontar el debate desde una perspectiva de
clase. Defendemos la necesidad de la descentralización para el desarrollo de la
democracia participativa y los servicios públicos que garanticen los derechos
sociales; y denunciamos la recentralización que está llevando a cabo la
derecha, en concordancia con la refundación autoritaria y antisocial del
Estado. Y en esa descentralización, los pueblos, los municipios, deben ser
piezas fundamentales ya que es desde allí donde nos encontramos más
directamente con las personas.
El lema de dicha movilización es “la fuerza de Andalucía”
que debemos, desde IU, defender desde la calle y desde la institución, teniendo
la doble limitación: la limitación de la representación que tenemos (que es la
que es no más) y la de las trabas –económicas y legislativas- que nos aplican
desde arriba.
- La fuerza de Andalucía es la fuerza del trabajo. Este es el elemento central de la movilización del 28F. Andalucía necesita poner en marcha su fuerza del trabajo para crear riqueza. Frente al fracaso de un modelo económica incapaz de crear empleo, nuestra propuesta se centra en una política económica que apueste por la economía real, frente al rescate a los bancos (lo que hace destrucción de empleo) rescatar a las personas, a las empresas, a la economía real, a las empresas, las PYMES, los autónomos que son los que crean empleo. En esta línea, iniciativas como el impuesto a las grandes superficies, el uso social de la tierra y sobre todo la puesta en marcha del banco público para que llegue el crédito.
- La fuerza de Andalucía, la fuerza de la mujer. El último y más escandaloso ataque hacía las mujeres es la reforma del aborto que el gobierno del Partido Popular está llevando a cabo. Esta Ley del aborto quiere volver a apropiarse del cuerpo de las mujeres atacando nuestra libertad sexual y nuestros derechos reproductivos. La crisis ha sido la excusa perfecta para recortar derechos sociales y libertades, en especial a las mujeres. Desprotegiéndolas del derecho de decidir, de planificar su vida, recortándo en servicios que facilitan la conciliación entre vida familiar, vida laboral, y sobre todo con reformas laborales que sólo hacen acrecentar la precarización, devolviendo a las mujeres a la casa.
- La fuerza de Andalucía, la fuerza de la juventud. Ligado a lo anterior, la situación de paro y precariedad que vive la juventud la convierte en uno de los sectores más vulnerable. Es un sector en crisis permanente, que desde 2007, al igual que las mujeres, está siendo excluido del mercado de trabajo; una situación que se agrava especialmente en Andalucía, dónde el paro juvenil alcanza el 67'5%, y hasta un 72% en el caso de las mujeres menores de 25 años según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
- La fuerza de Andalucía, la fuerza de nuestros mayores. Aquí podemos partir de la reflexión, mientras no se lucha contra el fraude y la evasión de impuestos, se sube la edad de jubilación y se poder adquisitivo a los pensionistas. Por ello el problema no son las pensiones, sino el nicho de negocio que se quiere crear en torno a ellas, como los que se están creando en torno a la educación y la sanidad.
- La fuerza Andalucía, la fuerza de lo público. En Andalucía no solo nos movilizamos para resistir las políticas neoliberales, sino que nos movilizamos también para exigir otro tipo de políticas para la mayoría social. Es por ello que defendemos la Ley del uso social de la vivienda. Andalucía ha sido la primera Comunidad en dar una respuesta al drama social que están siendo los desahucios en nuestro país. El recurso de inconstitucionalidad que el Gobierno Central ha hecho nos dice que con esta Ley hemos tocado los cimientos del capital, al crear mecanismos de presión hacia los bancos que especulen con la vivienda y protegiendo a miles de familias contra los desahucios.
La juventud andaluza se
encuentra en una situación desesperada, dónde la única salida al paro es el
exilio económico a otros países o aceptar puestos de trabajo en las condiciones
laborales más precarias. A la
imposibilidad de trabajar, hay que sumarle la mayor dificultad para el acceso a
los estudios: falta de inversión, aumento de las tasas, descenso de las cuantías
y aumento de los requisitos para la obtención de becas… etc…
La Ley del Uso Social de la
Vivienda es un ejemplo del camino que debemos marcar. Un camino de políticas
para la mayoría social, para garantizar la vida digna en nuestra tierra,.
Igualmente, reivindicamos en la calle y en las instituciones que ningún andaluz
o andaluza pase frio en invierno por no tener luz, o no tenga acceso a agua e
ir más allá con el impulso de una Ley de Renta Básica.
Y al hablar de lo público no
podemos olvidarnos de los municipios. Unos municipios que están en peligro de
extinción con la Reforma de la Administración local; que elimina la democracia
y la autonomía local y quita servicios tan importantes como bibliotecas
públicas, instalaciones deportivas y culturales, guarderías o comedores
escolares, o la posibilidad de impulsar planes locales de empleo… El fin último de esta reforma es la
privatización de servicios municipales, a través del ahogo económico a los
Ayuntamientos, para que las grandes empresas que han perdido el negocio del
ladrillo tengan otro nicho de mercado en el sector público.
Son muchas los frentes de lucha que tenemos abiertos. Y está
claro que son muchos los que deben estar junto a IU en un bloque de defienda a
Andalucía frente a las políticas de la Troika, sabiendo que la batalla es
larga, pero con un antecedente que debe ser esperanzador. Aquel 4 de diciembre en
el que Andalucía se echó a la calle para algo más que para pedir entrar en la
constitución por la puerta grande. La lucha del “Cuatro de Diciembre” esconde
el sentimiento identitario andaluz, que no es ni etnicista ni separatista. Una
identidad solidaria, que siempre tiene sus puertas abiertas, una tierra que
lucha por la dignidad entre los pueblos y las personas y que se enfrenta contra
los que impedían, e impiden (que son los mismos), la consecución de ese
objetivo. Más allá de una lucha nacionalista, estamos hablando de lucha de
clases, una lucha de los de abajo contra los de arriba (no con referencias
geográficas sino sociales)
Hoy más que nunca, Izquierda Unida llama a la movilización
porque frente a esta crisis estafa, hay alternativas, y éstas comienzan por
rescatar a las personas.